En Santa Cruz de Mudela que es un pueblo de la Mancha, una joven parejita muy contentos se casaban. Tuvieron un primer niño que cogieron con ternura, pues la Virgen del Pilar en casa dejó en la cuna. El padre estaba de caza con su hermano y sus amigos, cuando llegaron a casa se encontraron con el niño. Pasaron un par de años y una niña les llegaba, y el día de Navidad a la niña bautizaban. Tuvieron luego otra niña muy regordeta y bonita, los padres felices eran por tener esta familia. Pasaron otros tres años y otra niña les venía, pero con tan mala suerte que muerta ella nacía, y pasadas cinco horas la madre también moría. El padre cojió a los niños y con los abuelos marcharon, y aunque eran ya mayores a los niños le criaron. | Los niños iban creciendo y también se enamoraron, pues los abuelos murieron sin poder verlos casados. Pasado muy poco tiempo la pequeña se casó, con un joven madrileño y a Extremadura marchó. Allí tuvieron dos niñas que con cariño crió. Pasaron otros dos años y la segunda también casó, con un joven mancheguito y en el pueblo se quedó. Ésta tiene una pareja que crían con alegría, pues ellos están contentos por tener lo que querían. El hijo también casó y en el pueblo se quedaba, éste sólo tiene un niño pues es lo que deseaban. Todos ellos son felices y se tienen mucho amor, sin olvidar a su madre y a esa niña que murió. Los tres hijos se marcharon y el padre en casa quedó, pues recordando a su esposa él nunca más se casó. |
29 de noviembre de 2009
Homenaje a una manchega
Suscribirse a:
Entradas (Atom)