6 de diciembre de 2009

Vida de una manchega


Vida de una manchega

Por la ruta de “El Quijote”
en un pueblo de la Mancha,
una joven mancheguita
de un andaluz se prendaba.

La madre que se enteró
salir sola no dejaba:
“¿Por qué no me dejas sola
si yo nunca he hecho nada?”

Tienes sólo quince años
y la vida está muy mala,
siempre quiero verte alegre
y no triste y enfadada.

Tú también fuiste mayor
y también fuiste casada,
también tuviste dos hijos
aunque en edad avanzada.
 
Tu hermanito es muy pequeño
y tienes que acariciarlo,
pues yo estoy muy delicada
y no voy a poder criarlo.

La hija que la escuchaba
con cariño y alegría,
a la madre contestaba:
“¡Eso es lo que quería!”

La madre por fin cedió
y a la hija acompañaron,
un treinta y uno de julio
en la Asunción se casaron.

Pasaron muy pocos meses
y la madre falleció,
quedándole a su padre
y al hermano que crió.

Pasaron más de dos años
y un seis de septiembre
una estrella les llegaba.

Cuando el padre fue a verla
y en sus brazos la tenía,
con ilusión la miraba
y a su esposa le decía:
¡Que niña tan pequeñita
ya tienes lo que querías!

Pasaron otros seis años
y un tres de julio
a la puerta le llamaban.

Cuando salieron a abrir
era un niño que lloraba.
La madre que lo miraba
lo cogió con mucha fuerza,
y entregándoselo al padre
“¡ya tenemos la pareja!”

Después pasaron tres años
otra vez embarazada,
y un ventiseis de febrero
la cigüeña les dejaba
un angelito divino,
que fue la alegría de la casa.

A ese niño que crió
un día casarse quiso,
y al enterarse su padre:
“ya puedo morir tranquilo”.

De los tres hijos que tuvo
el mediano se ha enamorado,
de una joven madrileña
y a Extremadura han marchado.

El pequeño vive fuera
aunque añora a sus hermanos,
pero él está contento
por haberse colocado.

La niña quedó en el pueblo
felizmente enamorada,
y un venticuatro de junio
en las Virtudes casaba.

A la salida del templo
y en el centro de la plaza,
hubo arroz, petalos y traca
que los amigos llevaban.

De este joven matrimonio
nacieron dos princesitas,
que a tres casas alegraban.
Esas princesas son nietas,
llamadas María y Lara.


1 comentario:

  1. periquillodelospalotes11 de enero de 2010, 22:10

    Me gusta mucho los temas que tratas. Te animo a que sigas en esta línea ya que para ser una SEÑORA "de edad" (verás el sartenazo que me vas a dar), cumplir con todas las obligaciones de tu casa, ayudando siempre a quien lo precisa, todavía te quedan ganas de seguir aprendiendo y mejorando. NO CAMBIES.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por su comentario.