28 de febrero de 2010

Poesía en honor a Nuestra Señora de las Virtudes.

Poesía en honor a Nuestra Señora de las Virtudes.
A la Santísima Virgen de las Virtudes (Patrona de la villa de Santa Cruz de Mudela)

¿Quién eres, visión divina,
que a mis amores acudes,
casta luz que me ilumina?
¡La Virgen de las Virtudes!

Como una rosa del valle,
como un destello de luz,
no hay alma que no te halle
cuando llega a Santa Cruz.

Tanto atrae tu decoro,
tanto el pecho por ti anhela,
que eres vellocino de oro
de los campos de Mudela.

Yo te he visto, madre mía
entre luces y entre flores,
contemplando el ansia mía
del pueblo de tus amores.

Y hay en esas ansias locas
muestras tan apasionadas
que tus flores son sus bocas
y tus luces sus miradas.

Que ni la flor embalsama,
ni presta calor el cirio,
como el corazón que te ama
con espasmos de delirio.

¡Como las almas creyentes
te dicen dichas y penas!
No hay para ti indiferentes,
para ti todas son buenas

Siempre tu piedad bendita
da de su amor alto ejemplo.
Si vas al campo, en tu Ermita
si vas al pueblo en tu templo.

Allí con los ojos fijos,
que el llanto de amor blasona.
Todos tus amantes hijos
te llaman madre y patrona.

Y en los hervores del pecho,
que por ti se agita tanto,
todo su amor satisfecho
te brindo todo su llanto.

Ufanos y sin enojos,
te repiten con ternura:
“vuelve a nosotros tus ojos,
Míranos, vida y dulzura”

Madre, cuando tú les miras,
toda la luz de los cielos,
según que los ojos giras,
cae en forma de consuelo.

Con esa divina luz
limpia penas e inquietudes,
del pueblo de Santa Cruz
¡oh!, Virgen de las Virtudes.





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