Agua, aire, sol… yo poseo las tres leyes del Universo. Aún te veo en cada estrella del universo. Tengo miedo ¿y qué?… soy valiente para mirar al Sol de la vida. Hay riqueza mía que te fuiste en silencio. Yo te acuno en mi recuerdo. Valor de la vida, la riqueza de mi yo.
No sé cómo empezar. Muchas cosas tengo en mente. Riquezas tengo muy pocas, agua aire, y sol, esas tres cosas poseo en pequeñas cantidades. Orgullo tengo muy poco, pues pobre siempre seré. Cuando por las noches salgo al patio y miro hacia el Universo, yo me digo: “qué bonito el cielo está con tantas estrellas y luceros, con la Luna que tanta luz da y nos acompaña por caminos y senderos”.
Soy valiente para afrontar la vida que tan difícil es a veces. No tengo envidia de nada, pues aunque pobre siempre he sido, tengo la mayor riqueza. Nunca tuve ambiciones de poseer muchas tierras ni tener mucho dinero soy muy feliz con lo que tengo. Un marido cariñoso, trabajador y muy bueno. También tengo tres hijos que para mí son estupendos y dos nietas preciosas que nos quieren con locura.
Para mí es la mejor riqueza del mundo, ya que mis padres murieron. Pero en mi mente siguen aunque los recuerdos en silencio, nunca los olvidaré. Cuando quiero recordar algo bonito de ellos, miro hacia las estrellas y en ellas veo sus reflejos. Entonces me emociono y digo en mis pensamientos: “no hay riqueza mas bonita que tener estos recuerdos,. Que no comparto con nadie. Sólo esta riqueza es mía y la guardo en mi corazón, pues en él tengo una agenda donde guardo mis secretos”.
Cuando por cualquier cosa me pongo triste recordando algunos momentos de mi vida, sé valiente y mira al Sol, pues é te dará alegría y olvida las cosas malas que hay muchas en esta vida. Entonces veo correr el agua de los riachuelos, noto el aire que me saluda y miro al Sol, que con sus rayos nos da la vida, y entonces yo me pregunto: ¿por qué hay tanta ambición, tantas guerras y tanta muerte, tantos odios y rencores, con lo bonita que es la vida? Pues no hay cosa más bonita que la riqueza de mi yo, para poder tú vivirla, y con tus seres queridos el poder tu compartirla.
No sé cómo empezar. Muchas cosas tengo en mente. Riquezas tengo muy pocas, agua aire, y sol, esas tres cosas poseo en pequeñas cantidades. Orgullo tengo muy poco, pues pobre siempre seré. Cuando por las noches salgo al patio y miro hacia el Universo, yo me digo: “qué bonito el cielo está con tantas estrellas y luceros, con la Luna que tanta luz da y nos acompaña por caminos y senderos”.
Soy valiente para afrontar la vida que tan difícil es a veces. No tengo envidia de nada, pues aunque pobre siempre he sido, tengo la mayor riqueza. Nunca tuve ambiciones de poseer muchas tierras ni tener mucho dinero soy muy feliz con lo que tengo. Un marido cariñoso, trabajador y muy bueno. También tengo tres hijos que para mí son estupendos y dos nietas preciosas que nos quieren con locura.
Para mí es la mejor riqueza del mundo, ya que mis padres murieron. Pero en mi mente siguen aunque los recuerdos en silencio, nunca los olvidaré. Cuando quiero recordar algo bonito de ellos, miro hacia las estrellas y en ellas veo sus reflejos. Entonces me emociono y digo en mis pensamientos: “no hay riqueza mas bonita que tener estos recuerdos,. Que no comparto con nadie. Sólo esta riqueza es mía y la guardo en mi corazón, pues en él tengo una agenda donde guardo mis secretos”.
Cuando por cualquier cosa me pongo triste recordando algunos momentos de mi vida, sé valiente y mira al Sol, pues é te dará alegría y olvida las cosas malas que hay muchas en esta vida. Entonces veo correr el agua de los riachuelos, noto el aire que me saluda y miro al Sol, que con sus rayos nos da la vida, y entonces yo me pregunto: ¿por qué hay tanta ambición, tantas guerras y tanta muerte, tantos odios y rencores, con lo bonita que es la vida? Pues no hay cosa más bonita que la riqueza de mi yo, para poder tú vivirla, y con tus seres queridos el poder tu compartirla.
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